El inicio de un nuevo ciclo escolar no solo implica entusiasmo y retos, sino también gastos adicionales para quienes trabajan en el sector educativo. Es común que maestras, maestros y personal de apoyo inviertan recursos propios en materiales, herramientas y recursos para sus aulas. Por fortuna, existe una deducción fiscal específica que ayuda a compensar estos gastos: la Deducción de Gastos de Educadores (Educator Expense Deduction).

¿Quién puede beneficiarse de la deducción?

Para solicitar esta deducción, es necesario cumplir con ciertos requisitos establecidos por el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos. Se considera “educador elegible” a quienes se desempeñan como:

  • Docente
  • Instructor
  • Consejero
  • Director
  • Asistente educativo

Además, la persona debe haber trabajado al menos 900 horas durante el año escolar en una escuela que ofrezca educación desde kindergarten hasta el grado 12, según lo definen las leyes estatales. Esta disposición garantiza que el beneficio sea para quienes están involucrados activamente en la formación estudiantil.

Monto máximo y gastos deducibles

Este beneficio permite deducir hasta $300 por los gastos no reembolsados incurridos durante el año fiscal. Si una pareja casada presenta una declaración conjunta y ambas personas cumplen los requisitos, pueden deducir hasta $600 en total, con un máximo de $300 por persona. Es fundamental que estos gastos se hayan cubierto con recursos propios y no hayan sido reembolsados por el empleador ni mediante subvenciones.

Los gastos deducibles son aquellos relacionados con la actividad educativa profesional. Entre los conceptos más comunes se incluyen:

  • Libros y materiales de oficina: Libros de texto, lecturas adicionales, papel, lápices, marcadores y demás insumos básicos para el aula.
  • Equipo y tecnología: Laptops, tabletas, impresoras, software y servicios de internet necesarios para el trabajo en clase.
  • Material didáctico: Kits de ciencias, mapas, globos terráqueos y cualquier recurso útil para la enseñanza diaria.
  • Capacitación profesional: Pagos por cursos o talleres de actualización pedagógica que permitan mejorar las competencias profesionales.

Aprovechar esta deducción ayuda a disminuir el impacto económico que implica ofrecer una educación de calidad y permite a las personas del sector educativo concentrarse en su labor principal: enseñar y guiar a sus estudiantes.

https://www.irs.gov/taxtopics/tc458